En 2003, el Papa Juan Pablo II aprobó la beatificación de la Madre Teresa. En
ese momento, Christopher Hitchens llama a la Madre Teresa “fanática,
fundamentalista y fraude”. El 4 de septiembre de 2016, Francisco
canonizará (convertirá en ‘Santa’) a la “Madre Teresa”. Parece por tanto
el momento adecuado para recuperar el artículo original de Hitchens.
El Papa beatifica a la Madre Teresa, una fanática, una fundamentalista, un fraude.
Lunes 20 de octubre de 2003
Creo que fue Macaulay el que dijo que la
Iglesia Católica Romana merecía un gran reconocimiento por –y debía su
longevidad a– su capacidad para manejar y contener el fanatismo. Este
retorcido cumplido pertenece a épocas más serias. Lo más sobresaliente
acerca de la “beatificación” de la mujer que se llamó a sí misma “Madre”
Teresa es la abyecta rendición por parte de la Iglesia a las fuerzas
del espectáculo, la superstición y el populismo.
Lo primero que salta a la vista es el
espectacular mal gusto todo el tema. Solía ocurrir que una persona no
podía ser nominada para la “beatificación”, el primer paso hacia la
“santidad”, hasta cinco años después de su muerte. Esto servía para
prevenir que el entusiasmo local o popular se volcara a la promoción de
personajes dudosos. El Papa [Juan Pablo II] nominó a la Madre Teresa un
año después de su muerte, en 1997. También solía ocurrir que se ponía en
marcha un mecanismo de investigación, incluyendo el examen minucioso
por parte de un advocatus diaboli (“abogado del diablo”), para poner a
prueba cualquier afirmación extraordinaria. El Papa ha abolido este
cargo y ha creado más santos instantáneos que todos sus predecesores
juntos desde el siglo XVI.
En cuanto al “milagro” que debía ser
comprobado, ¿qué se puede decir? Seguramente cualquier católico que se
respete se estremecerá de vergüenza ante la obviedad de la
falsificación. Una mujer bengalí llamada Monica Besra afirma que un rayo
de luz brotó de una foto de la Madre Teresa, que ella tenía en su casa,
y la libró de un tumor canceroso. Su médico, el Dr. Ranjan Mustafi,
dice que ella no tenía un tumor canceroso, para empezar, y que el quiste
tubercular que sí tenía fue curado por un tratamiento con medicamentos.
¿Fue entrevistado por los investigadores del Vaticano? No. (Resulta ser
que yo mismo fui entrevistado por ellos, aunque de la manera más
superficial posible. El procedimiento sigue requiriendo algo que se
parezca a una consulta con personas incrédulas, y una mera apariencia
fue lo que en este caso se dio.)
Según un informe no desmentido en el
periódico italiano L’Eco di Bergamo, el secretario de estado del
Vaticano envió una carta a algunos cardenales con cierta antigüedad en
junio, preguntando de parte del Papa si ellos veían bien hacer santa a
la Madre Teresa inmediatamente. El Papa ha mostrado claramente que su
intención es apurar el proceso de manera de poder celebrar la ceremonia
mientras él viva. La respuesta fue negativa, según el padre Brian
Kolodiejchuk, el sacerdote canadiense que actuó como postulador o
abogado por la “canonización”. Pero el daño a la integridad del proceso
(en la medida en que posea alguna integridad) ya había sido hecho.
Durante las deliberaciones en torno al
Concilio Vaticano II, bajo la supervisión del Papa Juan XXIII, la Madre
Teresa encabezó la oposición a toda sugerencia de reforma. Lo que se
necesitaba, mantuvo ella, era más trabajo y más fe, no revisión
doctrinal. Su posición era ultra-reaccionaria y fundamentalista incluso
en términos de la ortodoxia católica. A los creyentes se les ordena, sí,
que abominen del aborto y no recurran a él, pero no se les requiere que
afirmen que el aborto es “el más grande destructor de la paz”, como la
Madre Teresa fantásticamente proclamó ante una confundida audiencia
cuando recibía el Premio Nobel de la Paz.
A los creyentes de la misma
manera se les ordena abominar del divorcio y no recurrir a él, pero no
se les requiere que insistan en incluir en la constitución del estado
una prohibición del divorcio y del casamiento en segundas nupcias, como
la Madre Teresa reclamó en un referéndum en Irlanda (que su bando perdió
por poco) en 1996. Más adelante en ese mismo año, dijo al Ladies Home
Journal que le complacía el divorcio de su amiga la Princesa Diana,
porque su matrimonio había sido obviamente infeliz…
Esto nos devuelve a la corrupción
medieval de la Iglesia, que vendía indulgencias a los ricos mientras
predicaba el fuego del infierno y la continencia a los pobres. La Madre
Teresa no era amiga de los pobres. Era amiga de la pobreza. Decía que el
sufrimiento era un regalo de Dios. Pasó su vida oponiéndose a la única
cura conocida contra la pobreza, que es el empoderamiento de la mujer y
su emancipación de una forma de vida similar a la del ganado
reproductor.
Y tuvo amistad con lo peor de los ricos, aceptando dinero
malhabido de la atroz familia Duvalier en Haití (cuyo gobierno ella
alabó a su vez) y de Charles Keating, [el estafador] del Lincoln Savings
and Loan. ¿Dónde fue ese dinero y todas las otras donaciones? El
arcaico hospicio de Calcuta estaba tan decrépito cuando ella murió como
siempre había estado (ella prefería clínicas en California cuando caía
enferma), y su orden siempre se negó a publicar cualquier auditoría.
Pero ella misma afirma que inauguró quinientos conventos en más de cien
países, todos con el nombre de su propia orden. Disculpen, pero ¿es esto
modestia y humildad?
El mundo rico tiene mala conciencia, y a
mucha gente le gustaba aliviar su propia inquietud enviando dinero a
una mujer que parecía ser una activista por “los más pobres de los
pobres”. A la gente no le gusta admitir que han sido tomados por tontos o
engañados, así que se permitió que surgiera un interés en el mito, y
unos medios de comunicación perezosos nunca se molestaron en hacer más
preguntas.
Muchos voluntarios que fueron a Calcuta volvieron,
brutalmente desilusionados por la severa ideología y la práctica del
amor a la pobreza de las “Misioneras de la Caridad”, pero no encontraron
quien escuchara su historia. La admonición de George Orwell en su
ensayo sobre Gandhi, que los santos siempre deben presumirse culpables
hasta que se pruebe su inocencia, fue ahogada en una catarata de
propaganda sentimental, tonta y sin ánimo de investigación.
Una de las maldiciones de la India, al
igual que otros países pobres, es el curandero charlatán, que despluma
al sufriente con promesas de curación milagrosa. El domingo fue un gran
día para estos parásitos, que vieron cómo sus métodos recibían apoyo
oficial de Su Santidad y apariciones gratis en la prensa internacional.
Olvidadas fueron las reglas elementales de la lógica, que afirmaciones
extraordinarias requieren evidencias extraordinarias, y que lo que puede
afirmarse sin evidencia también puede ser desechado sin evidencia.
Más
que eso: fuimos testigos de la exaltación y consagración del dogmatismo
extremo, de la fe miope, y del culto a una personalidad humana mediocre.
Muchas más personas son pobres y están enfermas a causa de la vida de
la Madre Teresa; aún más serán pobres y estarán enfermas si se sigue su
ejemplo. Ella era una fanática, una fundamentalista y un fraude, y una
iglesia que oficialmente protege a aquellos que violan la integridad de
los inocentes nos ha dado otro claro signo del lugar donde
verdaderamente está posicionada en temas morales y éticos.
Añadimos un interesante documental que disfrutar antes de la canonización…
*
Documental del periodista y escritor Christopher Hitchens. El nombre original del documental es "Hell's Angel: Madre Teresa", realizado para la BBC en 1994 y mostrado por primera vez por Channel Four, canal de Tv Britanica en 1996.
En este trabajo se muestra la verdadera cara de la Madre Teresa de Calcula y sus casas de asilo para pobres y enfermos, en el que se muestra lo farsante que fue esta persona, al instar a los pobres a aceptar su destino y favorece a los ricos. La Madre Teresa de Calcuta tiene una imagen de mujer bondadosa creada por el Vaticano pero en realidad no ayudaba a los pobres sino que se aprovechaba de su imagen para obtener dinero.
por Christopher Hitchens en slate.com
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