Ha sido uno de los testimonios
que se han leído este viernes en el Congreso de los Diputados en el acto
‘Tribunal de mujeres’ organizado por la plataforma 7 N contra las
violencias machistas
Duro mensaje el que se ha leído este
viernes durante la celebración, en el Congreso de los Diputados, dentro
del acto revindicativo ‘Tribunal de mujeres’ organizado por la
plataforma 7 N contra las violencias machistas. Con él, una joven ha
lanzado su mensaje contra la violencia sexista.
Conviene aclarar que en él se hacía
referencia a detalles concretos de la violación múltiple en Sanfermines,
aunque según nos han aclarado a Pamplona Actual desde la Plataforma 7 N
es un relato escrito desde lo que siente la víctima pero NO es el
relato de la joven madrileña.
Acto "Tribunal de mujeres contra la violencia machista"
*
Éste es el relato, en su dura integridad, al que ha puesto voz una joven :
“Voy camino a casa, estoy cansada y
decido irme. Camino por la calle, sin miedo, pero con miedo.
Me siento
en un banco donde hay un conocido. Estoy cansada. Hablo con él y vienen
tres más. Estoy incómoda y decido irme. Se lo digo e insiste en
acompañarme. No quiero, pero parece que mi opinión no importa y estoy
cansada. Cansada de vivir siempre con miedo.
Sin saberlo, ellos planeaban violarme.
Me besa pero no quiero hacerlo. De pronto me cogen por los brazos y me
meten en un callejón. Se me hiela el cuerpo. El corazón me palpita
fuerte. Quiero gritar, quiero correr, quiero no estar aquí.
Está oscuro y tengo miedo. Realmente
tengo miedo. Por favor, que me dejen aquí. Por favor. Me rodean, me
quitan la ropa, se quitan la ropa y me ponen a cuatro patas. Quiero
irme, tengo miedo.
Que pase ya, que pase ya”. Me ponen sus
penes en la boca. No quiero hacerlo. Me penetran. Que pase ya. Que pase
ya. Eyaculan dentro de mi sin preservativo. Que pase ya, que pase ya.
El tiempo no pasa. Me siguen penetrando.
Por delante, por detrás, por todos lados. Se ríen, me hace fotos, me
graban. Su poder es mi condena. No puedo soportarlo. Que pase ya, que
pase ya.
Se van. No sé cuanto tiempo ha pasado.
Me quitan el móvil como si eso fuera relevante para mi ahora. Me pongo
la ropa, no sé como lo hago.
Mi cabeza da vueltas. Camino pero no
tengo fuerzas, ni ganas. Las lágrimas brotan por mis mejillas sin poder
controlarlas. Tengo frío, calor, tiemblo, no me controlo.
Me tumbo en un banco, me acurruco. Cierro los ojos, que no haya pasado, que no haya pasado, que no haya pasado.
Resulta que tu puta noche de locura ha
sido mi destrucción. Tu ‘follándonos a una entre cuatro’ es ‘destrozando
a una entre cuatro’.”
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