Fotograma del documental 'Me llamo Violeta'
El reportaje aborda la realidad de las personas trans, que afrontan
multitud de obstáculos, el primero de ellos el cambio de nombre en el
registro civil
La experiencia de Violeta es un caso de éxito dentro de este colectivo, pero el film también refleja el caso de Alan, un menor que se suicidó víctima de bullying escolar
Esta película forma parte de la 22ª edición del DocsBarcelona, el festival de cine documental que hasta el 25 de mayo ofrece una muestra de 41 documentales
La experiencia de Violeta es un caso de éxito dentro de este colectivo, pero el film también refleja el caso de Alan, un menor que se suicidó víctima de bullying escolar
Esta película forma parte de la 22ª edición del DocsBarcelona, el festival de cine documental que hasta el 25 de mayo ofrece una muestra de 41 documentales
Me llamo Violeta.
Con esta declaración de intenciones, la hija de la pareja de actores porno Nacho Vidal y Franceska Jaimes manifestó a los seis años su identidad de género, femenina, en contraposición a su sexo, masculino.
Con esta declaración de intenciones, la hija de la pareja de actores porno Nacho Vidal y Franceska Jaimes manifestó a los seis años su identidad de género, femenina, en contraposición a su sexo, masculino.
Antes de aquello, Vidal y Jaimes pensaron que era
homosexual, pero no creían posible que fuera transgénero, por puro
desconocimiento. Ahora explican su experiencia en Me llamo Violeta,
un documental que se estrenó el pasado 22 de marzo en la 22ª edición
del Festival de Málaga y que verá la luz el próximo 28 de junio en cines
de toda España.
El documental aborda la realidad de los menores trans en
la actualidad, que aún se enfrentan a infinidad de trabas de todo tipo,
empezando por las administrativas. Violeta tuvo que esperar tres años
para que le cambiaran el nombre en el DNI.
"Es incoherente, durante años
nos estuvieron negando el nombre y de repente nos lo aceptaron. Esto
debería ser un sí o un no. Si es un no y yo quiero que sea un sí ya
lucharé por ello", protesta Nacho Vidal, en declaraciones a eldiario.es.
"¿Cómo sé yo que eres un chico o una chica?". Así empieza
el reportaje. A pesar que la pregunta parece fácil de responder, genera
multitud de respuestas.
"No lo sé", "no lo tengo claro", "son mis
sentimientos", dicen algunos de los niños y niñas que aspiran a hacer de
Violeta en el documental, después de que los servicios jurídicos
aconsejaran cambiar el guión del film para que la niña no apareciera de
forma reconocible en el documental, a pesar del visto bueno de la
familia, para proteger su imagen.
"Teníamos claro que no la íbamos
pixelar [a Violeta], no íbamos a hacer un tratamiento similar al de un
delincuente", asegura David Fernández de Castro, codirector y guionista
de la película.
"Esto no ocurriría, por ejemplo, con un menor con
síndrome de Down", denuncia.
Me llamo Violeta - Tráiler
Coproducida por el Grupo MEDIAPRO y Polar Star Films y dirigida por
David Fernández de Castro y Marc Parramon, “Me llamo Violeta” narra la
historia de dos familias muy distintas con un punto en común: en ambas,
un menor transgénero.
Violeta, 11 años, hija del actor y productor de
cine para adultos Nacho Vidal, está teniendo (hasta ahora) un tránsito
relativamente plácido, aunque sus padres, desconcertados, tardaron un
tiempo en asumir su nueva identidad.
Alan no tuvo esa suerte: víctima de acoso en el instituto, el apoyo de
su familia no fue suficiente para evitar un final que conmocionó su
ciudad natal.
Centrada sobre todo en estas dos historias, la película,
profundamente emotiva, muestra que nuestra sociedad está avanzando en la
aceptación de los menores trans pero que aún queda mucho camino por
recorrer.
A sus 11 años, Violeta entra en la adolescencia y debe
tomar varias decisiones.
Una de ellas es la de elegir si tomar
bloqueadores de hormonas y evitar así el desarrollo de las
características asociadas tradicionalmente al género masculino, como
pueden ser el desarrollo de la nuez de Adán, situada en el cuello.
Cuando cumpla los 18 años también podrá decidir si someterse a una
vaginoplastia, una cirugía de reasignación sexual.
El
reportaje hace también un recorrido histórico y relata la primera
manifestación homosexual en España, organizada clandestinamente por el
Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) en 1977 y en la que también
participaron las personas trans y travestis, a pesar de las resistencias de una parte del colectivo LGTBI.
Es el caso de Silvia, una mujer trans que cuenta en primera persona su
participación en aquella manifestación, donde desfiló por las Ramblas de
Barcelona al grito de "abajo la ley de peligrosidad".
El objetivo de aquella protesta, evidente: suprimir la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social aprobada en 1970 durante el franquismo, que perseguía a "vagos", "rufianes", "proxenetas", a los que practicaran "actos de homosexualidad" o "la prostitución".
El objetivo de aquella protesta, evidente: suprimir la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social aprobada en 1970 durante el franquismo, que perseguía a "vagos", "rufianes", "proxenetas", a los que practicaran "actos de homosexualidad" o "la prostitución".
"El
transgénero se ha retratado siempre de una forma muy oscura, como del
submundo, y en este caso hemos querido hacer una película luminosa",
señala Marc Parramon, codirector y realizador del documental.
El film va dirigido a un público generalista, aunque sus directores esperan que tenga especial incidencia en asociaciones de padres y madres, colegios o centros LGTBI.
El film va dirigido a un público generalista, aunque sus directores esperan que tenga especial incidencia en asociaciones de padres y madres, colegios o centros LGTBI.
La historia de Alan
El caso de
Violeta es un caso de éxito, ya que desde un inicio ha contado con el
respaldo de su familia y su entorno. Sin embargo, hay otros ejemplos
dramáticos, como es el caso de Alan, un menor trans que acabó con su
vida en 2015, a los 17 años, víctima del bullying
en la escuela.
Ambos casos ponen sobre la mesa la complejidad y la
diversidad de situaciones dentro de la comunidad trans en España. La
madre de Alan, Ester Albert Cusso, aseguró poco después de morir su hijo
que su suicidio había sido "un crimen social".
La
historia de Alan supuso un antes y un después en la lucha por los
derechos de la comunidad trans, recuerda Ester, que ahora es una
activista férrea en defensa de la visibilidad del colectivo LGTBI,
especialmente de los transgénero.
Una de las primeras en defender los
derechos de este colectivo fue Carla Antonelli, que también aparece en
la película. Con 17 años decidió marcharse de Güimar, su pueblo natal
situado en Tenerife, para ser ella. Desde 2011 es la primera y única
diputada trans en la Asamblea de Madrid.
"Necesito
esto, aunque lo pase mal, aunque me levante sin fuerzas, necesito
hacerlo", cuenta en el documental Iván, un joven trans. En su caso,
cuenta con el respaldo de sus amigos y de Ester, la madre de Alan. "Con
mi madre hablamos poco del tema, solo cuando es necesario, le cuesta
más", lamenta Iván.
Me llamo Violeta
se enmarca en la 22ª edición del DocsBarcelona, el festival de cine
documental de la capital catalana que hasta el 25 de mayo ofrece una
muestra de 41 documentales procedentes de 26 países.
El documental, de
76 minutos de duración, está producido por Mediapro y Polar Star Films.
Este viernes a las 21h se hará una proyección del film en el Centro de
Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) y el próximo 19 de mayo a las
16h se hará el segundo pase de la cinta.
Nacho Vidal - Mi hija es transexual y así la he aceptado
*
"Papá, quiero decirte que soy una niña y que no me quiero vestir más
como un niño".
La frase que Nacho Vidal jamás quiso escuchar transformó
su vida sin saberlo. Ya no tenía un hijo. Ahora era Violeta.
Ese 'run
run' que llevaba un tiempo rondando su cabeza se hacía realidad con una
simple llamada. Y después de un llanto interior que no quiso
exteriorizar para no decepcionarla, todo cambió.
Jamás había visto a su
hija tan feliz como el día después de aquel shock. Ya no estaría
obligada a disfrazarse de niño. Por fin podría ser libre. Ya no se
tendría que ocultar.
Fue entonces cuando entró en escena el Nacho Vidal
padrazo, el que se descubre cuando se le escucha de cerca.
El que puedes
ver, abierto en canal, en el vídeo que encabeza esta entrevista.
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