Iñaki Uribesalgo es un hombre único. Ayer y cada año lo
demuestra con hechos, como solo lo hacen las personas con un sentido
más. Se volvió a subir a su coche y completó dos viajes hacia dos
lugares memoriales: uno asentado en la cima del monte Oiz, donde hoy
hace 35 años un avión Boeing 727 no acertó su ruta y colisionó con el
repetidor de comunicaciones del monte y dejó un reguero de 148 muertos; y
al cementerio de Derio, donde hay una tumba común de algunos de los
allí fallecidos. Ayer mismo, el de Iurreta conversó con una mujer
madrileña que había leído una noticia al respecto en Mugalari.info:
“Me agradeció que llevara las flores, que me acordara de los
fallecidos. Me contó que su marido era uno de cinco trabajadores del BBV
que viajaban a Sondika”, comenta y agrega: “Quiere venir un día y que
les acompañe al lugar de los hechos”.
Como novedad, este fin de semana o el siguiente será uno de los entrevistados por Iker Jiménez en el programa Cuarto Milenio.
“Lo grabamos el 23 de enero y la verdad es que son muy majos. Falta que
me confirmen el día de emisión”, explica y detalla que días atrás el
programa de Cuatro ya emitió en directo desde las doce a las tres de la
mañana un espacio en el que el de Iurreta guió hasta el lugar del
siniestro a este equipo. De hecho, ya puede verse en el siguiente vídeo
bajo el título El misterio del monte Oiz:
En la jornada de ayer, Uribesalgo depositó un “sencillo centro de
flores” -valora- y un texto: “En memoria y recuerdo, desde Iurreta, en
el 35 aniversario, por los fallecidos en el accidente aéreo ocurrido en
el monte Oiz el 19 de febrero de 1985 a las 08.27 horas. Q.E.P.D.
Iurreta, 19 de febrero de 2020” y firmado por Uribesalgo Lorak,
floristería de la calle Maspe de Iurreta, local que Iñaki regenta. “Los
de Cuarto Milenio también pusieron un ramo de flores en el lugar. Y una
cosa más, también entrevistaron a un bombero, a Txikuri“, agrega.
Uribesalgo (Iurreta, 1969) no tiene ninguna relación ni familiar ni
de amistad con ninguna de las personas que allí perdieron la vida, sin
embargo, el accidente aéreo le marcó de por vida. Junto a sus padres,
visitó con 15 años el lugar del accidente una semana después de la
tragedia. No lo evoca con espíritu morboso, sino con empatía hacia los
familiares de los muertos.
El misterio del Monte Oiz
*
Investigación que conjunta conspiración, tabú, misterio y lugar marcado.
Con nuevos hallazgos que nos han helado la sangre.
El Vuelo IB610 de Iberia despegó del aeropuerto de Barajas de Madrid el
19 de febrero de 1985.
La tripulación y el pasaje disfrutaron de un vuelo sin complicaciones ni problemas hasta que comenzó el descenso cerca del aeropuerto de Bilbao.
La alerta que indicaba el vuelo a una altitud peligrosa comenzó a sonar en el interior de la cabina y, segundos después, el ala izquierda del Boeing chocó contra la antena de la televisión vasca Euskal Telebista instalada en el Monte Oiz, volando fuera control durante casi un kilómetro, volcando y colisionando contra el terreno.
La enorme explosión mientras el aparato se deslizaba ladera abajo destrozó toda la vegetación a su paso.
En el terrible accidente fallecieron 141 pasajeros y 7 tripulantes y, durante años, quedaron afectados 20.000 m2 de pinos de la ladera del Monte Oiz, lo que sirve como referencia para constatar la brutalidad del impacto. Esta noche Milenio Live regresa al lugar donde, hace 35 años, la muerte desplegó su mando.
Nuestro compañero Enrique Echazarra nos descubre todos los secretos del Monte Oiz (Vizcaya), un lugar de poder cargado de leyendas y con un trágico legado que nadie ha podido olvidar.
La tripulación y el pasaje disfrutaron de un vuelo sin complicaciones ni problemas hasta que comenzó el descenso cerca del aeropuerto de Bilbao.
La alerta que indicaba el vuelo a una altitud peligrosa comenzó a sonar en el interior de la cabina y, segundos después, el ala izquierda del Boeing chocó contra la antena de la televisión vasca Euskal Telebista instalada en el Monte Oiz, volando fuera control durante casi un kilómetro, volcando y colisionando contra el terreno.
La enorme explosión mientras el aparato se deslizaba ladera abajo destrozó toda la vegetación a su paso.
En el terrible accidente fallecieron 141 pasajeros y 7 tripulantes y, durante años, quedaron afectados 20.000 m2 de pinos de la ladera del Monte Oiz, lo que sirve como referencia para constatar la brutalidad del impacto. Esta noche Milenio Live regresa al lugar donde, hace 35 años, la muerte desplegó su mando.
Nuestro compañero Enrique Echazarra nos descubre todos los secretos del Monte Oiz (Vizcaya), un lugar de poder cargado de leyendas y con un trágico legado que nadie ha podido olvidar.
Alegría disfrazada
Hace 35 años, fue martes de Carnaval. A cargo del Gobierno de Euskadi
estaba el jeltzale de Elorrio José Antonio Ardanza. La alegría estaba
en las calles, pero… disfrazada, porque de pronto, saltaron todas las
alarmas en medios de comunicación, de ambulancias, de policía… El Boeing
727 Alhambra de Granada del comandante Patiño volaba más bajo de lo
habitual y chocó contra la torreta de comunicaciones del monte Oiz
(1.026 metros).
La antena medía 40 metros. A continuación, el aeroplano
hizo una línea recta por entre pinos durante 950 metros llegando al
arroyo Iru Erreketa, donde “todavía quedan restos del avión, hoy -por
ayer- he cogido un trozo de una ventana”, muestra Uribesalgo el objeto y
comparte su sentimiento cuando visita la zona: “Lo que allí ha pasado y
el silencio que impera… Solo oyes el ruido del riachuelo. Impone”,
explica.
Escuchar la grabación de la caja negra del avión -que, curiosamente
no son negras, sino de color naranja- impone aún más. Hecha pública, se
oye a una azafata informar a los viajeros de que restan “15 minutos”
para aterrizar en el aeropuerto de Sondika -anterior al actual de Loiu- y
que en Bilbao hacía 7 grados de temperatura. “Antes del final de la
grabación, se escucha hasta gritar a los pasajeros. Es aterrador”.
Flores depositadas ayer por Uribesalgo en Oiz,
Por saber hacer suyo el sentimiento de dolor de los familiares y por
el amor que Uribesalgo profesa al monte Oiz, ha llegado a hacer un hueco
a esta efemérides en el escaparate de su floristería. “Me gusta mucho
subir en bici a Oiz, suelo ir a por madera…
Para mí es un sitio especial
desde el que se ve Bizkaia, Araba, Gipuzkoa, incluso la zona del valle
de Mena de Burgos”, valora. A esto hay que sumar que le gusta lo
relacionado con los aviones y, “sobre todo, con el ferrocarril. Soy un
apasionado del ferrocarril.
Un familiar trabajó en ONA y me ha contado
mil anécdotas sobre aviones…”, agrega.
Además de Cuarto Milenio, la Diócesis de Bilbao ha publicado un vídeo
sobre este episodio. “Sí, el pasado 17 de enero, día de San Antón. Yo
tenia en Urkiola una exposición de las maquetas de cartón reciclado y me
entrevistaron allí”, rememora. Puedes verlo a continuación:
Recordando el accidente del monte Oiz
*
Iñaki Uribesalgo recuerda, cada año con unas flores en el monte Oiz y en
el cementerio Derio, a las personas fallecidas en el accidente aéreo
del monte Oiz.
35 después de la tragedia aérea, el iurretarra Iñaki Uribesalgo conserva aún desechos de aquel Boeing 727 en su floristería, recuerdos del suceso para toda la vida.
¿Qué le llevó a conservar estas partes del avión?
El recuerdo, porque sucesos como este me llaman la atención. Además,
el tema de la muerte me causa curiosidad: ¿Qué pasará luego?
¿Qué día subió a aquel infierno de color rojo sangre?
Una semana después, con mis padres.Tenía 15 o 16 años.Recuerdo que
aún seguía allí el fuselaje y que no olía mal. ¡Era impresionante! Hubo
quien se llevó piezas grandes para vender como chatarra y otros de
recuerdo. Como curiosidad, trasladaron el aluminio a un desguace del
Alto de Deba, de unos familiares nuestros.
Los vecinos de la zona recordamos dónde estábamos en el momento del accidente. ¿Dónde le cogió a usted?
Yo estudiando en Maristas. Cursaba 1º de REM. Fue a las 9.27 horas.
Salimos a ver si se veía algo, pero había tanta niebla… Eso sí, no
cesaban las sirenas. Recuerdo que una semana después nevó muchísimo.
¿Aún mira a las antenas del repetidor cuando asciende en bici a Oiz?
Sí, hoy mismo -por ayer- y me pregunto muchas cosas. ¿Cuántas
probabilidades hay para que chocara contra ella? ¡Es que debió ser
espeluznante! Un tío mío, conocedor de la materia, me dijo que el
problema de estos aviones es que llevan los motores detrás de las alas.
Si chocan contra algo y se parte el ala, el motor sigue funcionando y a
modo de batidora da vuelta a todo hasta que se destroza.
Por ello, 148 fallecidos.
Y uno más que ya viajaba muerto en un féretro. De hecho, dicen, que fue el cuerpo más completo que se encontró.
Hablamos de 1985. ¡Lejos!
Y lo siento como reciente. Mira, las inundaciones del 83 fueron sólo
dos años antes y me parece mucho más lejano. Por cierto, nos pillaron en
Malmasín y tuvimos que pasar una noche entera los cinco de la familia
en un R-7 porque no nos dejaban continuar por el agua.
Tras el accidente de Oiz, ¿cogió miedo al avión?
Todo lo contrario. El avión me encanta, como el tren. No así el
autobús. Me gustaría volar más. Una de las últimas veces fue a ver unos
viveros a Alicante. Disfruto. No voy pensando en si se puede caer. Si me
coge la muerte ahí, es que el destino era ese. Nada más.
Suele hablar cada año con dos mujeres que sus maridos perdieron la vida en el siniestro.
Sí, ayer también. El marido de Maria Ángeles se llamaba Luis Albiñana y el de Paloma, Carlos Cañadas.
Me comentaba que ayer algo le alegró en Derio…
Sí, porque han limpiado y acondicionado muy bien el panteón de Derio.
Osea se ve que se siguen preocupando por ellos. Me alegre un montón.
http://mugalari.info/…/cuarto-milenio-entrevista-al-iurret…/
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